“Una fotografía, puede ser un instante de vida capturado para toda la eternidad”
Hace tiempo pinté estas líneas en mi pequeño estudio y básicamente esa es mi filosofía de trabajo, da igual que se trate de una boda, una comunión, un videoclip, espectáculo o la foto de un producto, siempre lo encaro con nervios. Si, lo leen bien, con nervios, porque tengo que dar lo mejor de mí, aprovechar mi experiencia para que el cliente quede satisfecho con los resultados.
Cada momento es único no volverá a repetirse ni este ni las personas que forman parte de él, el día que deje de tener esos nervios de un nuevo encargo, comenzaré a preocuparme, ya que se habrá convertido en un mero trabajo y habrá desaparecido mi pasión por la fotografía.
Aparte de mi entusiasmo por la fotografía, provengo del mundo del diseño gráfico y mantengo la idea que es mi función dar soluciones, ya sea realizando fotos con carácter documental o creando una imagen artística o publicitaria. Es por ello que siempre busco dar lo mejor de mi, con el principal objetivo de ofrecer un producto final al gusto del cliente.